noviembre 2023

 Espantan por las noches y no sabes santificarme, espero el desborde, amplio. Espero y nada me toca. Ya no creo en ángeles. No sé dormir intacta, pausada, ni cómo librarme de los malos ojos, ocultos, míos y, eso, ¿cómo podría salvarnos? Mi abuelo no pensaba en fantasmas, yo decía que tampoco. Mi abuelo pensaba en caminar, yo decía que también. Mi abuelo murió de neumonía, yo nunca. Y sí me espantan de noche, y no sabes santificarte, y ya nadie me salva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario